¿Cómo sé si mi bebé sufre anemia?
Estoy angustiada, mi bebé ya no tiene tanto apetito, está decaído y.... ¡hasta lo veo un poco pálido! ¿Tendrá anemia?
Los síntomas de la anemia infantil varían según el grado de severidad de la enfermedad. Una de las principales causas de la anemia es la deficiencia del hierro. Recordemos que los bajos índices de este nutriente afectan el desarrollo de glóbulos rojos, que son los encargados de trasladar el oxígeno a los distintos órganos y células del cuerpo. Sin oxígeno, las células del cuerpo no sobreviven.
¿Cómo puedo los identificar los síntomas?
En aquellos casos leves o moderados se pueden observar estos indicios en los bebés o niños pequeños:
• Falta de apetito
• Irritabilidad
• Decaimiento y falta de energía
• Debilidad muscular
• Cansancio y somnolencia
En casos graves, se pueden presentar los siguientes síntomas:
• Palidez en la piel, especialmente en la parte interna de los párpados
• Uñas quebradizas
• Dificultad para respirar
• Coloración azulada o pálida en la “parte blanca del ojo”
La deficiencia de hierro afecta las funciones fisiológicas de los bebés.
Por tanto, es importante mantener una dieta rica en hierro, sobre todo a partir de los seis meses. Desde ese momento, los requerimientos de este nutriente son más altos y la leche materna por sí sola ya no los cubre.
La introducción de alimentos juega un papel vital en el desarrollo de tu pequeño. Las papillas y cereales infantiles serán tus aliados para ayudarle a consumir la dosis de hierro que necesita tu bebé. Puedes probar esta práctica receta.
Si tu pequeño presenta cualquiera de los síntomas indicados anteriormente, consulta a tu pediatra de inmediato. Un conteo sanguíneo simple puede diagnosticar la anemia en la mayoría de los casos.
Con el tratamiento adecuado, la guía de tu pediatra de confianza y una dieta rica en hierro, la anemia de tu hijo puede mejorar rápidamente.
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