El bebé regurgita: ¿es grave?
Devuelve un poco de leche después de cada toma y llora a menudo. ¿Qué puedo hacer?
Reflujo y regurgitación
En la gran mayoría de casos, estas regurgitaciones son benignas. Así, pues, no te preocupes. Ármate de paciencia y espera a que empiece a comer sólidos y a que se mantenga derecho para que todo vuelva a su normalidad. Hasta entonces, veamos las medidas que podemos tomar.
¿Cómo distinguir entre regurgitación y reflujo?
En el primer caso, el rechazo indoloro de la leche después de una toma se traduce en una subida del contenido gástrico hacia el esófago, sin consecuencias para el crecimiento del bebé. Las causas pueden ser que el bebé ha comido demasiado y evacúa lo que le sobra o que su aparato digestivo es inmaduro (la válvula situada a la entrada del estómago todavía no funciona muy bien).
Si tu pequeño vomita la leche a chorro, en cualquier momento del día o de la noche, se trata de un reflujo gastroesofágico ligado a una inflamación de la mucosa, a la acidez del estómago o a una posible alergia a las proteínas de la leche de vaca. El resultado es que el bebé siente dolor y los padres no saben qué hacer. Consulta rápidamente a tu médico o Pediatra.
¿Qué hacer en la práctica?
Si el bebé regurgita a menudo, pueden tomarse diversas medidas.
• En cuanto a la alimentación, consulta con el Pediatra. Si tu bebé es un pequeño glotón, disminuye la cantidad de leche materna de cada toma y añade una toma adicional durante el día.
Le doy pecho a mi hijo: ¿qué hago?
Continúa haciéndolo, ya que la leche materna no es la causa de su malestar! Tu médico puede recetarte también un tratamiento adaptado a tu bebé.
Si hagas lo que hagas, el bebé regurgita siempre y llora mucho, existen tratamientos que pueden reducir su disgusto. Consúltalo con tu médico o Pediatra.
• En cuanto al bienestar del bebé, existen ciertas precauciones que le permitirán sentirse mejor. ¡No es el momento de hacerlo volar como un avión! Por el contrario, un eructo le irá muy bien. Si quieres, puedes acostarle con la cabeza ligeramente levantada (poniéndole una toalla plegada bajo el colchón, por ejemplo). No olvidemos tampoco que, si tiene el pañal muy apretado, puede comprimirle el abdomen.
Laura, madre de Juan, 4 meses:
"He comprobado que, cuando llevo al bebé en el portabebés durante el día, parece digerir mejor la comida. El pediatra me ha confirmado que una posición erguida ayuda a hacer la digestión."
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