Jugar es bueno para el cuerpo y para la mente
¡Cada día tiene más energía! A mi pequeño le fascina jugar, saltar, correr... Parece que no se cansa nunca ¿Cómo canalizo su energía y, a la vez, estimulo su desarrollo?
A tu pequeñín se le desborda la energía desde la mañana hasta que anochece. No para de jugar y descubrir cosas nuevas. Por eso te mantienes atenta y vigilante para evitar los pequeños accidentes. Sin embargo, es un alivio ver tanta actividad, ya que esto demuestra un buen desarrollo psicomotriz.
Veamos la importancia del juego en la primera infancia y repasemos algunas ideas ideales para diversificar el entretenimiento de tu pequeño.
Descubrimientos en cada etapa
A tu bebé le gusta jugar desde que está muy pequeño y descubrir nuevas formas de divertirse. Con solo 3 meses, suelta tremendas carcajadas cuando juegas con él a taparte la cara y a aparecer de repente.
Al llegar los 7 u 8 meses, su juego preferido es tirar un juguete al suelo ocho veces seguidas. ¡Le parece gracioso verte recogerlo una y otra vez! También le encanta jugar al caballito sobre tus piernas o hacer que se caigan las torres de cubos.
Entre los 9 y 10 meses, empieza sus primeras exploraciones gateando. En este momento se abre ante él un terreno de juegos extraordinario. Por primera vez puede tocar lo que quiere y empieza a apoyarse en los muebles para ponerse de pie. ¡Te sientes tan orgullosa de tu pequeño aventurero!
Una vez que logra sostenerse en pie, ¡ahora no hay quien lo pare! Ahora sabe andar hacia atrás y saltar. ¡Te sorprende cada día! El desarrollo de la motricidad mejora sus capacidades físicas como el equilibrio, la agilidad y la tonicidad. Además, mejora su capacidad sensorial y la confianza en sí mismo.
¡Vamos a jugar!
A los 6 meses de edad, un bebé sólo puede prestar atención durante unos minutos. Le encantan las marionetas y el juego en el que te tapas la cara y apareces de golpe. ¡Juega por lapsos cortos pero varias veces al día!
Con 2 añitos, puede concentrar su atención por más tiempo. Sin embargo, es recomendable variar constantemente de juego y proponerle nuevas opciones. ¡Así que le tendrás que usar tu imaginación! Piensa en alternar actividades tranquilas como la lectura con actividades más intensas. Recuerda los tiempos de pausa para que no se pase de revoluciones.
En esta etapa, a los niños les encanta jugar con todo lo que está a su alrededor. Les encanta dar golpes sobre los cubos con una cuchara de madera o jugar con recipientes de plástico de la cocina... Cualquier objeto les parece un juguete ¡Tanto es así que a menudo te preguntas de qué sirve regalarle juguetes de verdad!
¿Idea divertidas para mejorar su agilidad? Construye un recorrido de obstáculos con cojines, juguetes, una gran caja de cartón, etc… Tu niño tendrá que gatear, pasar por encima, atravesar el túnel, etc. Los juegos con pelotas, la piscina, el escondite, el triciclo (y después la bicicleta) son otros juegos que favorecen la psicomotricidad y se adaptan de maravilla a esta edad.
¡Viva el deporte para bebés!
A partir de los 2 ó 3 años tu hijo puede empezar a hacer un deporte adaptado para bebés. Esta es una buena manera de canalizar su energía fuera de casa a condición, claro está, de que haya algún sitio cercano con este tipo de actividades.
No se trata de deporte propiamente dicho, con reglas y reglamentos estrictos que haya que respetar, sino más bien se trata de un aprendizaje corporal a través de un conjunto de juegos y actividades adaptadas a los más pequeños.
El objetivo no es convertir a tu bebé en un atleta, sino ayudarle a tener movimientos más hábiles y precisos en sesiones supervisadas. Así podrá desarrollar su equilibrio, coordinación y su capacidad de reacción. Mientras que, en el plano psicológico, la confianza en sí mismo, el respeto hacia los demás y el espíritu de equipo, todos ellos valores esenciales en su vida futura.
Teresa, mamá de Lucía:
"Mi hija de 18 meses hace gimnasia para bebés todas las semanas. Ha aprendido un montón de cosas: andar sobre el potro sin caerse, saltar sobre un trampolín y dar volteretas ¡y eso que hace unos meses tan sólo sabía gatear! Ahora le encanta repetir los ejercicios en casa y enseñarnos sus progresos."
Artículos relacionados