Mitos y realidades del parto natural

El proceso del parto es un evento significativo en la vida de una mujer y su familia. A continuación, exploraremos las diferentes fases del parto, cómo prepararte para este momento y desmitificaremos algunas creencias comunes sobre el mismo.

Primeras contracciones y ruptura de la fuente

Antes de que comience el trabajo de parto, es posible que experimentes ciertos signos que indican que el momento se acerca. Estos pueden incluir una sensación de cansancio, pesadez o incluso un estómago revuelto.

Uno de los primeros indicadores es la expulsión del tapón mucoso, que puede pasar desapercibido y puede ocurrir minutos o días antes de las contracciones.

Cuando comienzas a sentir las primeras contracciones, es importante prestar atención a su frecuencia. Si estas se vuelven más intensas y regulares (cada 10 minutos aproximadamente) y duran al menos un minuto, es momento de dirigirte al hospital.

La ruptura de la fuente, que implica la expulsión del líquido amniótico, es otro signo que indica que el parto es inminente y requiere atención médica.

Llegada al hospital y fase activa

Al llegar al hospital, un equipo médico evaluará tu estado de salud, midiendo la temperatura, la presión arterial y la dilatación del cuello uterino. Si decides optar por la anestesia epidural, esta se administrará para aliviar el dolor.

Durante la fase activa del parto, las contracciones se intensifican y el cuello del útero se dilata. Una vez que está completamente dilatado, comienza la fase de expulsión.

La asistente de parto te guiará en el proceso de pujar y respirar adecuadamente. En algunos casos, puede ser necesaria una episiotomía o el uso de fórceps para facilitar el nacimiento.

Finalmente, el momento tan esperado llega: el bebé nace y, tras su llegada, se expulsa la placenta. La duración promedio de esta fase activa para un primer bebé es de aproximadamente 8 horas.

Cómo armar tu plan de parto

Prepararte para el parto implica crear un plan que refleje tus deseos y necesidades. Considera los siguientes aspectos:

• Lugar de Parto: Decide si prefieres dar a luz en casa, en el hospital o en una clínica de maternidad.
• Métodos de Alivio del Dolor: Habla con tu médico sobre las opciones de analgesia que te gustaría recibir.
• Contacto Inmediato: Discute el contacto con tu bebé inmediatamente después del parto.
• Intervenciones Médicas: Infórmate sobre el uso de fórceps, ventosas y la posibilidad de un parto lotus.
• Apoyo Durante el Parto: Considera quién te acompañará y cómo te apoyará durante el proceso.
• Equipamiento: Piensa en qué herramientas te gustaría usar para facilitar el trabajo de parto, como pelotas o tapetes de yoga.

Recuerda que, aunque el parto natural es ideal, es importante mantener la mente abierta ante cualquier eventualidad.

Señales de que estás lista para dar a Luz

Es fundamental reconocer las señales que indican que el parto ha comenzado. Algunas de estas son:

• Contracciones regulares, similares a dolores menstruales intensos.
• Dolor de espalda que acompaña a las contracciones.
• Expulsión de mucosa o flujo gelatinoso.
• Un impulso repentino de ir al baño.
• Ruptura de fuente.

Si sientes alguna inquietud, no dudes en comunicarte con el hospital.

Trabajo de parto prematuro

El parto prematuro se define como aquel que ocurre antes de las 37 semanas de gestación. Las causas pueden variar, pero algunos factores de riesgo incluyen haber tenido un parto prematuro anterior, estar esperando múltiples bebés o tener problemas en el útero.

Mantener un estilo de vida saludable y buscar atención prenatal adecuada son fundamentales para reducir el riesgo de complicaciones.