¿Cuántas horas debe dormir un niño?
Todos sabemos que los buenos hábitos de sueño son importantes para los niños, pero los horarios de trabajo de los padres, las actividades después del colegio y las tareas domésticas pueden ser un obstáculo para que un pequeño pueda ir a dormir temprano y conseguir las horas de sueño que necesita.
Las investigaciones han demostrado que la falta de sueño puede afectar el temperamento, la conducta, el estado de alerta y la capacidad de aprender de un niño. Se ha demostrado que los chicos que no duermen lo suficiente tienen un peor rendimiento en pruebas de memoria y de atención.
¿Cuánto es suficiente?
Depende de la edad del niño. Aunque hay gráficos que muestran cuántas horas debe dormir un pequeño, estos números pueden causar preocupación si no se consideran las diferencias individuales, son promedios para grandes grupos de niños en esas edades, pero no te mortifiques si el tuyo necesita menos horas y aún así despierta con energía.
Niños de 1 a 3 años:
A esta edad la mayoría de los niños duermen de 10 a 13 horas. Sin embargo, la ansiedad por separación o sólo el deseo de estar con mamá y papá todo el tiempo puede motivar a los chicos a permanecer despiertos más tiempo.
Regula el horario: Algunos padres cometen el error de pensar que manteniendo al niño despierto durante el día lograrán que a la hora de dormir estén cansados, y esto no es cierto. De hecho, los niños pueden tener problemas para dormir cuando están excesivamente agotados. Así que es recomendable establecer horarios regulares para dormir y hacer la siesta. Una gran mayoría de niños de esta edad toma siestas durante el día, no obstante, si tu hijo no lo hace no es necesario forzarlo, sólo planifica un tiempo de tranquilidad para el niño aunque permanezca despierto.
Rutinas para dormir: Es importante que establezcas para tu niño una rutina 15 a 30 minutos antes de acostarse, que puede incluir actividades relajantes como leer un cuento, tomar un baño o escuchar música suave; lo importante es que sea la misma rutina cada noche. Estas rutinas ayudan a los niños a prepararse para el sueño.
Las pesadillas: Aunque tu niño tenga buenos hábitos de sueño, a veces los padres tienen que despertarse en medio de la noche, sobre todo por la dentición o las pesadillas. A esta edad los sueños pueden ser muy alarmantes, sobre todo porque no pueden distinguir la imaginación de la realidad. Selecciona bien los programas de TV que mira el niño antes de dormir y confórtalo, deja que hable de su pesadilla hasta que pueda calmarse.
Referencia: Página Web http://kidshealth.org/
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