Cómo responder las preguntas de niños de 3 a 5 años
A partir de los 3 años tu hijo empieza a cuestionar todo lo que le sucede, se pregunta ¿Por qué?, por qué esto, o por qué aquello, en algunas ocasiones estas preguntas, pueden ser más difícil de contestar de lo que parecen, ya que en la mayoría de las veces estas preguntas son algo “abstractas” como " ¿Por qué brilla el sol? o ¿Por qué el perro no puede hablar conmigo? " en casos así puedes contestarle que no sabes e invitarlo a que juntos investiguen dicha inquietud, ya sea en libros o en internet.
Te recomendamos tomar todas sus preguntas en serio, con esto ayudas a ampliar los conocimientos de tu hijo alimentando su curiosidad, y aumentando en él un pensamiento más claro.
A los tres años, tu hijo aumenta su sentido del tiempo, empieza a conocer sus rutinas diarias, entiende ciertos eventos especiales, como Navidad, Fin de Año, fiestas y cumpleaños.
A los cuatro años, tu pequeño está empezando a explorar muchos de los conceptos básicos de comportamiento que se impartirán en mayor detalle en su colegio. Por ejemplo, ahora se entiende que el día se divide en mañana, tarde y noche, y que hay diferentes meses durante el año.
Durante este tiempo te recomendamos que lleves a tu hijo a conocer parques, zoológicos y museos, muchos museos tienen secciones especiales para niños, donde se puede experimentar activamente en su proceso de aprendizaje.
Además de los anteriores cambios, los niños a los 4 años de edad, probablemente te harán preguntas "universales " sobre temas como el origen del mundo, la muerte, la composición del sol y del cielo entre muchas otras.
Como muchos otros papás, es posible que tengas problemas para responder a estas preguntas, sobre todo en un lenguaje sencillo que tu hijo entienda, por eso te recomendamos consultar libros para niños que traten distintas temáticas. La biblioteca más cercana a tu casa puede ser el lugar ideal para visitar con tu pequeño, allí te podrán orientar acerca de cuáles son los libros más recomendados.
Recuerda que la información, los estímulos y una alimentación balanceada son esenciales en su desarrollo intelectual.
Artículos relacionados